Los diferentes estilos de Liderazgo. Ventajas e Inconvenientes en la coyuntura actual.

¿Qué es liderazgo?

Infinidad de artículos se han escrito sobre el tema y muchas definiciones hemos leído a lo largo de las últimas décadas.

Desde la definición de Vance Packard  en The Pyramid Climbers, (en español, Los trepadores de la pirámide), en 1962, que señalaba que en esencia, el Liderazgo era el arte de lograr que los otros hagan por su propia voluntad las cosas que usted cree que deben hacerse”, pasando por la definición de James C.Hunter  en la Paradoja, en 1998, “Dar lo mejor de uno mismo para el bien de los demás”, y la de  Jim Kouzes y Barry Posner en El Desafío del liderazgo publicado por primera vez en el año 1987,  que personalmente es la que más me gusta y dice así: “El liderazgo es el arte de movilizar a otras personas a que quieran esforzarse por lograr aspiraciones compartidas.”

Voy en esta serie de seis artículos que comienzo hoy analizar los diferentes estilos de liderazgo uno a uno según la siguiente clasificación:

1. Estilo Autoritario: demanda cumplimiento inmediato.

2. Estilo Punta de lanza: espera excelencia, auto-disciplina y ritmo de trabajo.

3. Estilo Inspirador: moviliza a la gente hacia una visión.

4. Estilo Afiliativo: crea lazos emocionales y armonía.

5. Estilo Democrático: construye consensos a través de la participación.

6. Estilo Coach: desarrolla gente para el futuro.

Y e en base a los siguientes parámetros:

• El modus operandi del líder.
• El estilo en una frase.
• Fortalezas en inteligencia emocional.
• Casos en que el estilo funciona mejor.
• Impacto en el clima organizacional.
• Cómo funcionarían en la coyuntura post COVID-19.

Comenzamos esta serie de artículos con el primer estilo de la lista:

1. Estilo de liderazgo Autoritario

Su Modus Operandi es demanda de cumplimiento inmediato. Son personas muy orientadas a los resultados con lo que el fin casi siempre justifica los medios.

Su Frase preferida sería algo así como “Haz lo que yo digo”, no pierde el tiempo porque no explica las cosas. Si le sigues, estás con él, si no, no puedes ser un miembro eficaz del equipo y a medio plazo no le servirías.

Sus Fortalezas en Inteligencia Emocional sería su enfoque hacia el resultado, la iniciativa y la persecución del objetivo y el autocontrol, aunque esto último sería cuestionable si está bajo una presión excesiva.

Este estilo de liderazgo funciona mejor en una crisis de cualquier tipo, en épocas donde la necesidad de resultados inmediatos es acuciante y en donde el personal se vuelve problemático y se le requiere de actuaciones sin dilación y con firmeza.

El impacto en el Clima Organizacional es negativo. Se puede sostener a corto plazo pero a largo plazo las consecuencias serán letales, el equipo no seguirá al líder y los resultados dependerán del grado de acierto individual haciendo al Grupo meros ejecutores de órdenes dictadas.

Si nos preguntamos cómo funcionaría este estilo de liderazgo en esta nueva y aterradora coyuntura del COVID-19, y que me gustaría que fuera objeto de debate, creo sinceramente que aunque el efecto de estar orientado a la consecución de resultados tendría un efecto positivo a corto plazo, podría ser devastador a medio y largo plazo.

Si bien es cierto que el consenso y provocar que el equipo esté comprometido es la base de una sostenibilidad empresarial, no es menos cierto que en esta muy difícil época desconocida hasta el momento, el tener lideres que tomen decisiones adecuadas y acertadas y que provoquen que las personas “hagan” puede ser un activo para salir de esta crisis. Este efecto puede ser disuelto pasada la primera fase porque no cumpliría una de las premisas que entiendo y comparto con Kouzes y Posner de que las personas “quieran hacer” y se muevan para lograr aspiraciones compartidas.

Dejo la pregunta para su reflexión……

¿Podría ser este estilo de Liderazgo Autoritario un activo para el impulso inicial en la era post-crisis Covid-19?

Humberto Roselló.

www.humbertorosello.com

 Mayo 2020